Nilda Severo, residente de la zona, relató que el problema lleva “ya varios años” sin una solución definitiva. Según explicó, la tapa del saneamiento ha sido reparada “dos o tres veces”, pero vuelve a ceder, dejando un hueco profundo y peligroso en plena calle.
“Los niños juegan por acá. Es un peligro que un gurí quede trancado, se quiebre una pierna o que una moto caiga”, señaló la vecina.
“A veces ni luz hay en la calle, se quema y queda todo oscuro. Imaginate el riesgo.”
De acuerdo con Severo, el arreglo provisorio no resiste siquiera el tránsito habitual de la cuadra. Por allí pasan camiones de recolección de residuos, vehículos de reparto y autos particulares. “Con el peso, la tapa termina hundiéndose otra vez”, aseguró.
La situación, además de peligrosa, genera problemas sanitarios.
“Hay malos olores, mosquitos, de todo. Ya ves cómo es”, agregó la vecina.
Nilda afirma que tanto OSE como la Intendencia están al tanto del problema:
“Ya llamamos a OSE, a la Intendencia… Vienen, sacan fotos y se van, pero no hacen nada. Esto ya se pidió muchas veces.”
Consultada sobre qué organismo debería hacerse cargo, dijo que no tienen claridad:
“No sabemos si corresponde a OSE o a la Intendencia, pero alguien tiene que tomar medidas antes de que pase una desgracia.”
La cuadra concentra la presencia de numerosos menores que suelen jugar en la calle, incluso chicos de otras zonas que se reúnen allí. La falta de alumbrado público agrava aún más el escenario.
“Si un niño cae, eso es hondo. No es un pozo superficial. Y si una persona mayor pasa de noche o alguien que viene distraído, también puede lastimarse.”
Además del hueco, hay varillas metálicas sueltas alrededor de la tapa, lo que suma otro peligro:
“Si un niño se clava una varilla de esas, ¿quién va a ser responsable?”, cuestionó Severo.l
La vecina reiteró su pedido para que el problema sea solucionado de manera definitiva:
“Apelamos a que vengan cuanto antes. Esto es serio. Puede caer un niño, una persona mayor o cualquier vecino.”
